jueves, 17 de junio de 2010

REFLEXIONES DE UN NIÑO QUE NO PUEDE CONCILIAR EL SUEÑO

Reflexiones de un niño que no puede conciliar el sueño
"Mi padre me contaba historias tan bonitas... A estas horas, todas las noches, mi padre se sentaba aquí, junto a mi cama, o se tumbaba a mi lado, y me hablaba en la oscuridad. Cuando era muy pequeño me gustaban mucho las historias de Pulgarcito y Cenicienta, cosas así; después las de Simbad el Marino, las del Capitán Trueno... Me gustaban tanto que en vez de dormirme, siempre le decía "ahora cuéntame otro", y a veces era él quien se dormía y yo tenía que sacudirle el brazo para que siguiera contando.

Ahora no me dejan ver a mi padre, sólo algunos fines de semana. Pero a estas horas, me acuerdo siempre de él y casi me entran ganas de llorar. Durante el día voy al colegio, juego y me lo paso bien, pero a estas horas... También me gustaría que por las tardes mi padre pudiera ir a buscarme al salir del colegio y luego me ayudara a hacer los deberes. Mi madre dice que ella no tiene la culpa, que es el juez quien no me deja ver a papá. No lo entiendo. Los demás niños están con su padre todos los días. Pero yo me paso varias semanas sin poder verlo.

Hoy es domingo. He pasado el fin de semana con él, hemos jugado al fútbol y hemos ido a la piscina. Mi padre no se atreve a llevarme la contraria, porque no quiere reñir para dos días que nos vemos. Así que le pido cosas y me las compra. Vive en una casa muy pequeña, casi vacía de muebles. Cuando me acaricia el pelo, cuando me mira de esa manera especial, no dice nada, pero yo sé que está pensando en las pocas horas que le quedan de estar conmigo. El domingo por la tarde mira constantemente el reloj, y yo sé que está pensando en las pocas horas que nos quedan juntos. Mientras me ayuda a ducharme y me prepara la cena está muy serio. Luego volvemos a casa de mamá en el coche y no hablamos casi nada. Cuando nos despedimos, le brillan los ojos y se da la vuelta muy rápido. Hoy me ha dado mucha pena decirle adiós. Ahora sé que no volveré a verlo hasta dentro de quince días por lo menos. Y sé que él está pensando en mí, porque soy lo más importante de su vida, y creo que debe estar muy triste porque no puede verme.

Estoy llorando... No sé por qué los jueces se empeñan en hacerme la vida tan difícil."

Lloro cada vez que lo leo.

TODOS UNIDOS POR UNA CUSTODIA COMPARTIDA.


1 comentario:

  1. Que triste que la Justicia en el último en el que piensa siempre sea una criatura. Yo no pido justicia para los padres, la pido para los hijos.

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